Por ahí dicen que ‘el chisme alimenta, pero no engorda’, que ‘el chisme que gira, no siempre es mentira’ y que ‘el dinero como el chisme, se hicieron para contarlo’.
Sí, frases y dichos creados para justificar lo que la mayoría de las veces desata problemas y deja mal parado no solo al protagonista del rumor, sino a quien lo genera.
Pues ese fue el mensaje del papa Francisco en su discurso dominical, donde nuevamente se refirió a un tema que en varias oportunidades ha condenado y esta vez fue más allá refiriéndose al chisme como una “plaga peor que el covid”.
El pontífice hablaba del evangelio sobre la necesidad de corregir a los demás en privado: “Si algo sale mal, ofrece silencio y oración por el hermano o la hermana que se equivoca, pero nunca chismorrees”, comenzó, para luego alargarse en el tema.
Estas fueron algunas de sus frases
“El chisme cierra el corazón de la comunidad, cierra la unidad de la Iglesia”.
“El mayor conversador es el diablo, que siempre anda diciendo las cosas malas de los demás, porque es el mentiroso que trata de desunir a la iglesia, de alienar a sus hermanos y no de hacer comunidad”.
“Por favor, hermanos y hermanas, hagamos un esfuerzo por no chismear. El chisme es una plaga peor que el Covid-19”.
“La lengua mata, como un cuchillo”.
No es la primera vez que Francisco hace comentarios tan fuertes sobre los chismes: en 2016, advirtió a los sacerdotes y monjas que no alimentaran el “terrorismo de los chismes”, alentándolos a resistir la tentación de difundir voces e historias dentro de su comunidad.
#VirgendelCarmelo, madre nuestra, ayúdanos a tener manos inocentes y corazón puro, a no mentir ni hablar en detrimento del prójimo. Así podremos subir al monte del Señor y obtener su bendición, su justicia, su salvación.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 16, 2020
El día del Juicio no seremos juzgados por nuestras ideas, sino por la compasión que hayamos tenido.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 14, 2020
Ya sabe, entonces, si le gusta andar llevando y trayendo chismes, es cuento que alimenta el alma ni nada. En cambio, puede hacer mucho daño y es condenado por la iglesia.
En lugar de las primeras frases, utilice las que dicen que “los rumores son llevados por los enemigos, difundidos por los tontos y aceptados por los idiotas”, o “los chismes mueren cuando entran los oídos de los sabios”.