En la sala de su habitación, sentado en su sofá y bañado en sangre habitantes del barrio Girardot (noroccidente de Medellín) encontraron el cuerpo de su vecino, Roimer Antonio Aguas Royero y el caso, de inmediato, fue puesto en conocimiento de la Policía Nacional.
El hallazgo ocurrió la noche de ayer, en un tercer piso ubicado en la calle 103C con carrera 67. La víctima, de 43 años de edad, presentaba varias heridas producidas por arma cortopunzante.
“Creemos inicialmente que no se trata de un hurto, creemos que pueda ser algún tema pasional, de acuerdo a los investigadores, lógicamente se tendrá que realizar las investigaciones correspondientes… su misma postura dio cuenta que la persona que lo asesinó era una persona que lo conocía. Él quedó en una posición en la sala donde se vio que no tenía ninguna clase de prevención, por lo tanto podría dar cuenta que los móviles sí serían pasionales, pero aún es muy pronto para poderlo confirmar”, explicó el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, brigadier general Eliécer Camacho Jiménez.
El uniformado agregó que sus hombres se encuentran investigando quienes fueron las últimas personas que lo vieron con vida, puesto que, de acuerdo con las pesquisas iniciales que hicieron con la comunidad, a la vivienda ingresaban jóvenes con frecuencia.
Igualmente Q’HUBO conoció que Aguas Royero vivía con otro hombre, al cual le había dado posada. Vecinos lo describieron como una persona muy formal.