
El equipo de investigación en inmunovirología de la Universidad de Antioquia anunció que logró aislar en el laboratorio el virus SARS-CoV2, que causa el coronavirus, lo que permitirá adelantar investigaciones sobre medicamentos que permitan combatirlo, e incluso procedimientos para inactivarlo en instrumentos y ropa de uso quirúrgico.
La doctora María Teresa Rugeles, líder del grupo de investigación, explicó que el aislamiento del virus les tomó dos semanas y se realizó en un laboratorio que cumple todos los estándares de bioseguridad para garantizar que el virus no se expandirá sin control.
En entrevista con Q’HUBO, la profesional se refirió al proceso.
¿Podemos pensar en una luz de esperanza con este logro?
“Esto abre muchísimas puertas a la investigación. Yo no les puedo decir que mañana, que pasado mañana se vaya a traducir en un beneficio directo a un paciente que ya esté infectado, pero sí nos abre una puerta muy importante que es evaluar muchos medicamentos que están actualmente en uso para otras patologías, que haya una evidencia científica y seamos contundentes en que podría servir para cortar la capacidad que tiene este virus de refugiarse en el cuerpo y la persona se volvería menos infecciosa”.
¿Qué van a hacer ahora?
“Ya con ese cultivo en el laboratorio vamos a poder hacer esos experimentos. Como son medicamentos que ya están aprobados para otras patologías, se puede extender su uso en el caso de la pandemia del CoV2, obviamente con experimentos adicionales que se tendrían que hacer”.

¿Qué tan difícil es cultivar este virus?
“Realmente cuando uno tiene la infraestructura adecuada, no es demasiado complejo. Nosotros somos un laboratorio de mucha trayectoria en experimentos e investigación con virus. No habíamos obviamente trabajado con un virus nunca, pero sí teníamos la infraestructura, la capacitación y, lo más importante, teníamos la bioseguridad que se requiere para poder hacer este aislamiento. Hace dos semanas nos pusimos en la tarea de buscar a un paciente que fuera positivo y quisiera dar la muestra, y a crear todas las condiciones y tuvimos la suerte de que se nos dio muy rápido”.
¿Qué sigue?
“Mañana probablemente quedemos habilitados para hacer el diagnóstico. La mitad de la capacidad del laboratorio va a estar haciendo diagnóstico y la otra mitad en priorizar qué es lo más importante. En este momento tenemos muchísimas solicitudes de que empleemos ciertos compuestos naturales (…) Lo más seguro es que nos vamos a ir primero con los medicamentos que actualmente se usan para otras patologías y podrían servir, porque sería lo que más rápido se podría trasladar al control de la pandemia. Segundo, tenemos la cooperación de otros laboratorios, donde se quiere probar protocolos que se han desarollado para los equipos que se usan en la atención de los pacientes, superficies, la ropa de los médicos y eso nos parece muy importante, porque sería minimizar el riesgo de transmisión en el ambiente de trabajo. Creo que esas son las dos líneas con las que vamos a iniciar”.

¿Esta idea contó con el Instituto Nacional de Salud (INS) o algún otro ente?
“Esto fue iniciativa de nosotros, tenemos la infraestructura, no conocemos que muchos laboratorios en el país la tengan. El Instituto la tiene, pero en este momento están centrados en el diagnóstico. A nosotros se nos estaba demorando la aislación para poder montar el servicio de diagnóstico, porque somos un laboratorio dedicado a la investigación y teníamos que hacer varios ajustes para hacer diagnósticos. Uno como es científico, desesperados por poder hacer algo. Un día en una reunión con el profesor Javier (Díaz), que lo conocí hace como 30 años, le comenté la idea de cultivar el virus, y ahí nació esto. Con la suerte que se nos dio muy rápidamente”.
¿Qué mensaje le dejan a la gente, para que también tenga los pies sobre la tierra?
“El más importante es que todos los científicos que tenemos algo que ver con las infecciones virales estamos haciendo y aportando nuestro granito de arena. ¿Que lo podamos hacer?, eso lo dirá el tiempo, pero estamos haciendo un esfuerzo muy grande. El equipo no ha parado de trabajar un solo día. Quiero que la comunidad sepa que nosotros sentimos el compromiso social que tenemos con la ciudad y con Colombia. Estamos haciendo y dando lo mejor de cada uno de nosotros”.
“Para los días que se nos vienen, ojalá podamos seguir avanzando en investigaciones que den soluciones, como esta”, Carlos Alberto Palacios, decano de la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.
El investigador Javier Díaz Castrillón señaló que además se hará una comparación del ARN (genoma) de ese virus con la cepa original que se expandió en China para establecer cómo ha mutado y qué tan rápido se han producido esos cambios.