La virtualidad también exige normas de comportamiento

El confinamiento al que obligó la llegada y propagación del coronavirus a Colombia forzó también al país a acelerar un proceso que, si bien ya […]

/FOTO: CARLOS VELÁSQUEZ.

El confinamiento al que obligó la llegada y propagación del coronavirus a Colombia forzó también al país a acelerar un proceso que, si bien ya venía tomando auge con el paso de los años, todavía generaba cierta resistencia y temor entre algunos sectores en particular: la virtualidad.

Y es que hasta hace apenas unos meses, opciones como el teletrabajo seguía siendo visto de forma muy remota en muchas empresas, al igual que la educación completamente virtual, pues esta solo la contemplaban aquellos que se están formando a la distancia.

Lea también: Con ley buscan que el teletrabajo respete las horas de descanso del trabajador.

Pensar en la posibilidad de asistir a una misa a través de las redes sociales, cumplir una rutina de ejercicios o un entrenamiento físico por medio de un computador o un teléfono inteligente, y pasar horas y horas conectados a una reunión, no estaba en los planes de muchos, acostumbrados a la cotidiana interacción frente a frente; al contacto físico.

Mucho más lejana aún era la idea de ver instituciones como el Congreso de la República, las asambleas o los concejos sesionar y aprobar proyectos virtualmente; tampoco a los jueces adelantar audiencias con los detenidos del otro lado de una pantalla.

/ FOTO: ARCHIVO

La educación en todas sus etapas también tuvo que adaptarse a los nuevos modelos y desde los más pequeños han empezado a comprender ya que las aulas de clase se transformaron, por un largo tiempo, en plataformas digitales de conexión.

Lo mismo ocurrió con las grandes salas de juntas que tuvieron que trasladarse a Zoom, Google Meet, Teams y demás.

Pero como la sociedad no estaba preparada aún para lo que tendría que enfrentar, volcarse a la virtualidad ha implicado a su vez enormes retos en ese proceso de “reinvención”.

/FOTO: JUAN ANTONIO SÁNCHEZ.

Hoy, tras casi 3 meses de aislamiento social, las universidades, empresas y colegios están empezando a adoptar una serie de protocolos formales que se deben aplicar en cada encuentro, para una mejor experiencia en estas nuevas formas de interacción.

A continuación, presentamos algunas de esas reglas que han venido cobrando fuerza últimamente en las reuniones virtuales y que, de una u otra forma empiezan a ser exigidas a la hora de una conexión:

Puntualidad

Si bien la interacción virtual tiene sus propias particularidades y dificultades, como la señal del internet o las fallas que puedan presentar las plataformas de conexión, esto no se puede convertir en una excusa para llegar tarde a los compromisos adquiridos. Es por esa razón que se recomienda ingresar con suficiente anticipación para evitar contratiempos.

Vestirse de forma apropiada

La casa se ha convertido en el escenario desde donde se desarrollan las actividades a las que a diario estábamos acostumbrados. Sin embargo, eso no significa que la presentación personal sea menos relevante que si se estuviera asistiendo a la oficina, a la universidad o a cualquier compromiso.

En ese sentido, la recomendación es que el uso de una vestimenta adecuada debe seguir siendo un requisito indispensable a la hora de participar en una conexión.

/ FOTO: ARCHIVO.

Seleccionar el mejor espacio

El lugar desde donde se produzca la conexión debe ser el más adecuado, buscando garantizar que esté ordenado, no genere distracciones y cuente con buena luz y acústica.

Alerte que está en una conexión, para evitar interrupciones

Una de las escenas que ha empezado a volverse tendencia en las últimas semanas, es la de las interrupciones inesperadas mientras se está al aire desde la casa presentando noticias, atendiendo clases o en cualquier reunión.

Cuidado con los ruidos

Parte de la importancia de escoger el mejor lugar para atender una cita virtual radica en que es necesario garantizar que no se presenten ruidos que puedan resultar molestos para los demás participantes, a la hora de activar el micrófono. Es por eso que se debe evitar estar cerca de una calle con alto flujo vehicular, de un ventilador, un televisor, un radio o equipo de sonido.

/ FOTO: ARCHIVO.

Saludar y cerrar el micrófono

Una vez entre a la reunión, cita, clase o el compromiso que tenga asignado, cerciórese de tener el micrófono cerrado hasta tanto no se dé inicio al mismo. Activar la conexión sin percatarse de esto puede conllevar a que los demás escuchen lo que usted está diciendo y podría terminar pasando un mal momento. Cuando ingrese al encuentro salude amablemente y posteriormente cierre el micrófono hasta tanto sea necesario intervenir nuevamente. De esta forma evita las incómodas y hasta bochornosas interferencias.

Cuidado con la cámara

La cámara también es otro de los elementos de gran cuidado y manejo en la virtualidad, y prueba de ello son los diferentes inconvenientes que se han presentado en el desarrollo de las sesiones del Congreso, concejos, asambleas, jornadas de clase y demás. Por eso, actívela solo cuando crea estar listo para ingresar. En caso de que se llegue a presentar alguna distracción en su entorno apague la cámara mientras resuelve la situación.

Pedir el uso de la palabra

Uno de los grandes desafíos que ha implicado el trabajo virtual es lograr un ordenado desarrollo de la sesión. Quienes han tenido muchas más dificultades al respecto son los docentes, particularmente los de los grados escolares más bajos, y aquellos que deben manejar grandes grupos de estudiantes. Es por eso que poco a poco han tenido que irles enseñando a sus alumnos que las diferentes plataformas de conexión tienen herramientas para solicitar el uso de la palabra, sin tener que interrumpir abruptamente las intervenciones de los demás, como chat internos y hasta la función de levantar la mano.

/ FOTO: ARCHIVO.

Otros aspectos para tener en cuenta

-Si va a compartir pantalla, cerciórese de lo que tiene abierto, puesto que todos podrán verlo.

-Limite las distracciones: evite estar hablando por celular mientras tenga la cámara encendida, comiendo, o atendiendo otros asuntos mientras los demás lo observan.

-Hay que usar los mismos modales y tratamientos que en cualquier otro tipo de reunión.

-Identifíquese siempre con su nombre, puesto que en una reunión o clase en la que participen muchas personas, será mucho más fácil localizarlo.

-No use el teclado del computador mientras está en una videoconferencia.

-Haga intervenciones cortas.

Colprensa