Rescatan a una abuelita que vivía en un cambuche y que no tenía comida

Un palo de mangos, ese era el soporte principal de la casa de doña Teresa Villegas, ubicada en medio de una trocha de difícil acceso, […]

/IMAGENES: TOMADAS DE TWITTER @MARULANDAGIO.

Un palo de mangos, ese era el soporte principal de la casa de doña Teresa Villegas, ubicada en medio de una trocha de difícil acceso, en el barrio Caicedo, oriente de Medellín.

Allí vivía con sus 2 hijos, en un cambuche construido con tablas, cartones y piso de barro. Usaba unas chanclas en regular estado y vestía una pijama mugrienta.

Esta era la casa de doña Teresa Villegas. /FOTO: TWITTER @MARULANDAGIO.

Desde hace varios días ella y sus hijos, dedicados al reciclaje y a la construcción, no habían vuelto a llevar comida, debido a la crisis originada por la pandemia, la cual los dejó sin trabajo. Su salud no era la mejor, el hambre asechaba su estómago y no podía caminar.

Sin embargo su historia tendría un final feliz. El caso fue dado a conocer por el periodista Giovani Marulanda, que en su cuenta en Twitter (@MarulandaGio), publicó: “Se llama Teresa, tiene 79 años y fue abandonada por 2 hijas; vive en un rancho de madera, que está a punto de colapsar, en zona montañosa del barrio Caicedo, en la comuna 8 de Medellín…. Cuando la encontramos llevaba 3 días sin comer y hoy necesita de nuestra solidaridad..“.

El caso conmovió al mismo alcalde de Medellín Daniel Quintero Calle, quien ordenó buscar a la mujer y prestarle ayuda.

Al humilde hogar de doña Teresa llegaron uniformados del Batallón de Policía Militar No. 4, funcionarios de la Personería y de la Secretaría de Inclusión Social, para sacarla de ahí. El recibimiento fue entre lágrimas y agradecimiento porque la ayuda había llegado después de mucho sufrimiento.

Los servidores intentaron que saliera caminando, pero debido al agreste terreno no pudo. Les confesó que llevaba 2 años sin salir debido a su peso y sus condiciones de salud.

/VIDEO: EJÉRCITO NACIONAL.

Varios soldados, con una camilla y con mucho cuidado, sacaron a la abuelita y la llevaron a un centro médico; luego de su valoración, fue llevada a un hogar geriátrico, donde pasará el resto de sus años.

En cuanto a sus hijos, fueron ayudados con un gran mercado.