Un total de 74 días duró el municipio de Girardota sin homicidios, una de las localidades del Valle de Aburrá tradicionalmente más tranquilas en materia de este delito.
El último hecho de violencia del cual las autoridades tenían registro sucedió el 10 de diciembre en la parcelación El Limonar, ubicada en la vereda Portachuelos. En horas de la tarde, varios hombres acabaron a bala con la vida de los hermanos Jorge Andrés Toro Arredondo y Pedro Pablo Toro Arredondo.
Antecedente: ¿Alquilaron una finca en Girardota para asesinar a 2 personas?
Un poco más de 2 meses después, la violencia volvió a aparecer en esta localidad el norte del área metropolitana. Ayer en horas de la noche fue encontrado el cuerpo de un hombre.
Inicialmente los habitantes de la vereda San Diego 1, sector Ramal 2, pensaron que se trataba de un accidente de tránsito, puesto que el difunto tenía el casco de una motocicleta puesto, pero tras la inspección judicial adelantada por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, se determinó que se trataba de un homicidio, puesto que el hombre presentaba una lesión en el cuello ocasionada con arma cortopunzante.
Las autoridades desconocen cómo sucedieron los hechos, debido a que no hubo testigos y tampoco cámaras de seguridad que permitieran recopilar en el sitio algún dato clave que permita desarrollar una hipótesis preliminar. A eso se le sumó que el occiso no pudo ser identificado porque no le fue encontrado documento alguno, además habitantes del sector negaron conocerlo.
De la víctima se conoció que podría tener entre 40 y 45 años de edad, era de contextura delgada, 1,70 metros de estatura y tez blanca. Vestía zapatos cafés, jean azul, bóxer azul de marca Calvin Klein, camiseta café con estampado de palmeras y con las letras ‘San Andrés’ y chaqueta gris con negra. Su casco se encontraba marcado con la placa OLA96F.
El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal en Medellín, donde establecerán su identidad.