Juez mandó a la cárcel a 2 de los implicados en una de las masacres que recientemente sacudieron al país

El juez 25 Penal Municipal de Cali, con funciones de control de garantías, envió a la cárcel a 2 de los 3 hombres implicados en […]

A Juan Carlos Loaiza Ocampo y a Jéferson Marcial Agudelo Quiñones (tapabocas azul) los envió un juez a la cárcel procesados por la masacre de Llano Verde, en Cali. FOTO: CORTESÍA.

El juez 25 Penal Municipal de Cali, con funciones de control de garantías, envió a la cárcel a 2 de los 3 hombres implicados en la masacre de 5 adolescentes entre los 13 y 16 años en un cañaduzal del barrio Llano Verde, de Cali, ocurrida el pasado 11 de agosto.

El CTI de la Fiscalía y la Policía lograron el 28 de agosto la captura de Jéferson Marcial Angulo Quiñones y Juan Carlos Loaiza Ocampo, 2 de las 3 personas que estarían implicadas en el crimen de los menores.

La investigación está siendo coordinada por 3 fiscales y en la detención de los sospechosos participaron 51 funcionarios del CTI, así como de la SijÍn y el Gaula de la Policía, que utilizaron drones y equipos de tecnología forense para recaudar el material probatorio.

Dijo la Fiscalía que en 16 días el equipo investigativo logró esclarecer los hechos que vinculan a 3 hombres, encargados de la seguridad del sector.

Las labores adelantadas dan cuenta de que las víctimas acudían al lugar con frecuencia a cazar o a comer caña. El día de los hechos, al parecer, los 3 adultos que trabajaban como vigilantes en los alrededores del cañaduzal habrían observado a los 5 menores de edad y, sin medir palabra, posiblemente con la intención de evitar la presencia de los jóvenes, habrían asesinado con armas de fuego a 4 y arma blanca a otro.

Las víctimas fueron Juan Manuel Montaño, Jean Paul Perlaza y Léyder Cárdenas, de 15 años de edad, y Jair Andrés Cortez y Álvaro José Caicedo, de 14.

Sin embargo, en la audiencia concentrada de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento no se allanaron a los cargos y dijeron que ellos no son vigilantes sino constructores que trabajaban en el lugar en unas obras de un jarillón, las cuales realiza una firma contratista de Bucaramanga.

También negaron que les hubieran dado muerte a los menores y sostuvieron que ellos solo estuvieron en el sitio realizándoles una celada a los muchachos para que no escaparan ya que los sorprendieron en el predio comiéndose la caña de azúcar y creían que se trataba de ladrones.

Esto evidencian las pruebas

La Fiscalía en su imputación los vinculó a la masacre y solicitó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario por considerarlos un peligro para la sociedad y recordó que el delito de 5 homicidios agravados y porte ilegal de armas de fuego que les imputó, en este caso no tienen rebaja de penas, porque las víctimas eran menores de edad.

Fiscalía también presentó prendas de vestir, cepillos de dientes y otros elementos incautados en las viviendas donde se realizaron las capturas de los imputados, que serán contrastados con los rastros biológicos encontrados por los investigadores en la escena del asesinato.

Estos hallazgos, como un arma de fuego encontrada durante las detenciones, fueron legalizadas por el juez de control de garantías.

Mientras tanto, las autoridades de Cali continúan en la búsqueda del tercer implicado en el hecho, un sujeto conocido con el alias de el Mono.