El Tour cambió de líder, pero no de guión

Los temibles 18 kilómetros del Gran Belt, ese maravilloso puente que atraviesa el mar del Norte y que une a las dos islas que conforman […]

Rigoberto Urán
Rigoberto Urán fue uno de los ciclistas afectados. / FOTO: CAPTURA DE VIDEO.

Los temibles 18 kilómetros del Gran Belt, ese maravilloso puente que atraviesa el mar del Norte y que une a las dos islas que conforman Dinamarca, provocaron los sustos del día en el Tour de Francia.

Antecedente: La temible etapa 2 del Tour, la de los abanicos

La segunda etapa, entre Roskilde y Nyborg, sobre 202 kilómetros, estuvo repleta de caídas, de peleas y de fallas mecánicas que, pese a todo, no provocaron mayores cambios en la general, más allá del cambio de liderato, que estaba cantado desde el primer kilómetro.

El vencedor de la jornada fue Fabio Jakobsen, del Quick Step, quien derrotó en el sprint final a Wout Van Aert (Jumbo) y al local Mads Pedersen (Trek).

Yves Lampaert, el antiguo líder, volvió a su rol de gregario y apoyó Jako para que ganara la etapa, pero nada pudo hacer para que el belga Van Aert, el mejor ciclista del planeta, con la venia de Pogacar, se vistiera de amarillo.

El corredor del Jumbo atacó temprano, a 600 metros de la raya final, apurado por el embiste de Pedersen, excampeón del mundo de ruta, y ambos fueron superados por el neerlandés Jakobsen, quien remontó de forma sobresaliente y con una velocidad inimitable.

Sin duda, hoy día es el mejor sprinter del mundo, aunque vale decir que Mark Cavendish se quedó en casa, preparando la Vuelta a España.

Las figuras

Con 25 años de edad, Jakobsen llegó al Tour después de una primera parte de la temporada cargada de éxitos.

Venció en una etapa de la París – Niza, ganó dos en la Vuelta a la Comunidad Valenciana, otro par en la Vuelta a Algarve y dos más en la Vuelta a Hungría. Antes de la Grande Bouclé, además, venció en una etapa del Tour de Bélgica y entonces, ahí sí, hizo las maletas para liderar al Quick Step en la ronda francesa.

Van Aert, por su parte, venía de ganar dos etapas en el Criterium, una en la París – Niza, el Saxo Bank Classic y de ser segundo en la París Roubaix y tercero en la Lieja-Bastonia-Lieja, un animal.

El excampeón mundial de 2019, Pedersen, también llegaba con una victoria en la París – Niza, otra en el Tour de Bélgica, dos en el Circuito de Sarthe y otras dos en la Etoile de Bessenges.

Los tres eran los máximos favoritos para un día cargado de nervios, por los vientos, pero mañana, en la etapa final del Grand Depart danés, habrá que poner la lupa en otros nombres, como por ejemplo Caleb Ewan (Lotto), Dylan Groenewegen (Bike Exchange) y Jasper Philipsen (Alpecin).

Perfil de la etapa 3

/ FOTO: TOUR DE FRANCIA.

Nuestros escarabajos

Los colombianos superaron el día del Gran Belt. Nairo Quintana y Daniel Felipe Martínez no sufrieron, pero Rigoberto Urán sí, producto de una caída y una falla mecánica apenas comenzando el paso por el puente.

Sus compañeros lograron llevarlo de regreso al lote a menos de 9 kilómetros para la meta. El antioqueño, además, se salvó de otro enredón a menos de 3 kilómetros del final, cuando más de 20 ciclistas se apiñaron en la carretera debido a una distracción en la cintura del pelotón.

En ese despelote, los tres colombianos quedaron cortados, pero ninguno perdió tiempo en la general individual, que ahora es dominada, por tan sólo un segundo, por Wout Van Aert. Yves Lampaert pasó al segundo lugar y Tadej Pogacar, el gran mostruo de la carrera, es tercero a 8 segundos.

La etapa de este domingo, entre Vejle y Sonderborg, tendrá 182 kilómetros, posiblemente muchas fugas y un final al sprint en el que volverán a verse las caras los ‘halcones’ del pelotón.

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