Las peripecias para fugarse de la estación

Los que se volaron de la estación de Policía en Manrique, hasta parecían expertos en construcción. Antecedente: Estos fueron los internos que se fugaron de […]

Los señalados delincuentes literalmente limaron el cemento que unía los bloques de concreto hasta desprenderlos y poder salir de la celda. /FOTO: CORTESÍA.

Los que se volaron de la estación de Policía en Manrique, hasta parecían expertos en construcción.

Antecedente: Estos fueron los internos que se fugaron de la estación de Policía de Manrique; hay recompensa.

Sin ofender a los profesionales de esta materia, pero los delincuentes fugados tuvieron tiempo para raspar el cemento que unía los bloques de concreto de los muros y luego desprender los bloques uno a uno hasta abrir el espacio suficiente para salir de esa celda.

Pero luego se toparon con un relleno de tierra que hay en los bajos de la estructura y para salir de allí cavaron no más de 2 metros de tierra para meterse por un improvisado túnel y salir así a la parte posterior de la estación, que es una amplia zona verde de Manrique San Blas.

Se conocieron detalles de esta fuga, ocurrida durante la madrugada del jueves pasado, en la que se evadieron 15 sindicados y 3 condenados que hacían parte de los 133 detenidos en la estación de Policía de Manrique.

Este es el túnel que abrieron entre la tierra. De seguro una tarea que les habrá tomado varios días. /FOTO: CORTESÍA

Los 18 fugados, según se informó, son procesados por delitos como concierto para delinquir, homicidio e incluso secuestro y se avanza en su búsqueda por todo el Valle de Aburrá.

El general Pablo Ruiz, comandante de la Policía Metropolitana, expuso que utilizaron herramientas artesanales y que fueron alineando los bloques para luego salir por donde se fugaron.

“Es de anotar que ahí había 133 detenidos de los cuales muchos de ellos no quisieron fugarse por su situación jurídica”.

Comentó el general Ruiz.

Enfatizó eso sí que las estaciones de Policía “no son centros de reclusión, no están diseñadas como una cárcel formada” y de ahí la vulnerabilidad de estos espacios, ya que no es la primera vez que suceden este tipo de hechos.

De ahí el llamado reiterativo que hace al Inpec, para que permita el traslado a las cárceles del país de personas condenadas que hay aún en las estaciones de Policía, donde por cierto, el hacinamiento llega a una 250 %, poniendo incluso en riesgo la salud de las personas allí recluidas.