EXCLUSIVO Q’HUBO: Una adolescente, la proxeneta del canadiense pedófilo

Q’HUBO tuvo acceso al expediente judicial del canadiense pedófilo Brent Ron William, que recientemente fue extraditado de Brasil a Colombia.

Brent Ron William Harracksingh.
Brent Ron William Harracksingh, el canadiense pedófilo protagonista de esta historia.

Hoy Laura P. tiene 25 años de edad. Ella, hasta estas líneas, era un personaje que se mantenía en el anonimato público en la historia de abuso sexual protagonizada en Medellín por el canadiense pedófilo Brent Ron William Harracksingh.

Su nombre y sus presuntas acciones delincuenciales están consignadas en el expediente judicial y en algunas de las entrevistas que permitieron la judicialización y condena de este ciudadano extranjero.
William Harracksingh fue sentenciado a 15 años y 6 meses de prisión el 27 de febrero de 2015. Sucedió luego de que la Fiscalía le imputara cargos por el concurso de delitos de demanda de explotación sexual comercial de persona menor de 18 años agravado y fabricación, tráfico o tenencia de armas de fuego o municiones.

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Su caso volvió a ser noticia a mediados del pasado mes de agosto tras ser extraditado de Brasil a Colombia. El extranjero se fugó en junio de 2016 mientras gozaba del beneficio de prisión domiciliaria, que le concedieron por un supuesto cáncer de colon que padecía.

Q’HUBO accedió al expediente judicial del caso y hoy publicamos detalles hasta ahora desconocidos de esta historia criminal.

Una compañera de colegio, la proxeneta que las llevó donde el canadiense pedófilo

¿Cuál es la importancia de Laura P. en estos hechos? Esta mujer, según las evidencias, fue quien indujo a por lo menos 2 menores de edad para que accedieran a las perversiones sexuales de Brent Ron.
A las víctimas adolescentes la señalada proxeneta las conoció en un colegio de Envigado donde las 3 estudiaban.

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Laura P. apenas tenía 16 años de edad cuando sucedieron los hechos y ya se dedicaba a prostituir menores de edad. Por ser intermediaria el extranjero le pagaba.

“Las menores no fueron obligadas, pero este comportamiento no es óbice para determinar la responsabilidad penal de él”.

Juez 15 Penal de Medellín, quien condenó al canadiense.

Según reseña el texto de la sentencia, las autoridades llegaron a él por lo que hizo con 2 jóvenes de 14 años de edad. El documento especifica: “Ambas coincidieron en asegurar que conocieron a Brent Ron William Harracksingh a través de una amiga, Laura P., quien las contactó y les propuso que fueran a la casa de Brent a hacerle sexo oral a cambio de dinero. En efecto se encontraron en el barrio San José y fueron”.

Las adolescentes, de quienes no publicamos sus nombres para proteger su integridad e imagen, accedieron a ir en 6 o 7 ocasiones durante 2013 hasta la casa finca La Piscina, en Las Palmas. El canadiense había arrendado ese predio por $ 3.900.000. Allí, según declararon a las autoridades el mayordomo y la empleada doméstica, invitaba constantemente personas para hacer fiestas.

Cuando lo capturaron en la casa finca La Piscina.

Una falsa ida a cine delató a las menores

El 13 de julio de 2013 los padres de las adolescentes victimizadas se enteraron de lo que estaban haciendo sus hijas a cambio de dinero.

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El hecho se configuró como un delito a pesar de que era consentido por ellas. Eran menores de edad y la legislación colombiana determina que en estos casos no es prostitución, que es legal en Colombia cuando un adulto la ejerce de manera voluntaria, sino que es una acción criminal en la que las 2 jóvenes fueron las víctimas.

Los progenitores destaparon el caso de abuso sexual con el canadiense pedófilo gracias a una corazonada de una de las madres. Su hija ese sábado le pidió permiso para ir a ver una película en las salas de cine del City Plaza, en Envigado, asegurándole que su mejor amiga la iba a invitar.

Pero ese pálpito que tenía la mamá la llevó a ir junto con su esposo hasta el centro comercial. Allí la esperaron afuera de las salas de cine. Pero pasaron los minutos y las 2 chichas nunca aparecieron.

“Estoy fallando”

Entonces decidieron ir donde los padres de la amiga de su hija para preguntarles qué sabían. A ellos también les habían dicho que iban a ver una película.

En conversaciones de redes sociales como Facebook, a Brent Ron, el canadiense pedófilo, le encontraron algunas pistas de peticiones de carácter sexual hechas a menores de edad.

En la noche, cuando una de las menores llegó a su casa, los progenitores la abordaron y le pidieron que fuera sincera. Ella, al verse contra las cuerdas, sin poder contener las lágrimas les respondió:

“Estoy fallando, estoy yendo donde un señor que nos da plata por hacerle sexo oral”.

La fallecida pediatra y experta en temas de medicina y atención psicológica para adolescentes Adele Hofmann, aseguraba que, aunque es necesario respetar la privacidad de los hijos, hay límites. “Cuando las señales apuntan a sospechas de situaciones irregulares como prostitución o uso de drogas el padre de familia tiene todo el derecho de violar la privacidad de un joven. Los adolescentes no son adultos autónomos que viven en la casa de sus padres. Algunas veces, con el fin de protegerlos, es esto lo que se necesita hacer”.

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El 16 de julio de 2013 se instauró la denuncia contra el canadiense pedófilo William Harracksingh. El 4 de septiembre de ese año, las pruebas recolectadas permitieron que un juzgado penal expidiera una orden de captura en su contra.

Y se burló de la justicia

Dos semanas después lo arrestaron. Cayó en la misma casa finca en la que les pagó a las amigas de Laura P. entre $ 100.000 y $ 150.000 por sexo oral. En la mesa de noche los investigadores le encontraron una pistola 9 milímetros y por eso fue condenado no solo por la explotación sexual, sino por porte de armas de fuego.

Él, a pesar de que cumplía su castigo con el beneficio de medida de aseguramiento domiciliario, se burló de la justicia colombiana y terminó volándose. Pero las manos de la ley lo alcanzaron este año en el vecino país de Brasil. Ahora está internado en la cárcel La Picota de Bogotá, cumpliendo los 14 años que le faltan por haber venido a Medellín a ‘alimentar’ su pedofilia.

8 datos de la investigación contra el canadiense pedófilo que debe saber

  1. Brent Ron William Harracksingh fue sentenciado a 15 años y 6 meses de prisión el 27 de febrero de 2015. La decisión la tomó, tras un juicio oral de casi 2 años, la juez 15 Penal del Circuito de Conocimiento de Medellín. 2 años después la confirmó el Tribunal Superior de Medellín, cuando él ya era prófugo.
  2. El mismo día que lo condenó (27 de febrero de 2015), la juez decidió sustituir la medida de aseguramiento intramural por reclusión en centro hospitalario. Lo hizo porque la abogada defensora había presentado durante el juicio varios dictámenes médicos, incluidos algunos de Medicina Legal. Con estos pudo sustentar que él supuestamente padecía “13 enfermedades muy graves, como esplenomegalia (inflamación del bazo) y sospecha de cáncer de colon, por lo debe estar en un lugar donde le garanticen adecuado manejo del dolor, una dieta ajustada a su patología y sintomatología, además de condiciones sanitarias y control de manejo biológico para un paciente que tiene sangrado rectal”, explicó la jurista.
  3. William Harracksingh fue internado en la Clínica León XIII. Meses después, en medio del tratamiento médico, empezó a vivir en un centro gerontológico de Laureles, a pesar de no ser un adulto mayor. Allí era vigilado esporádicamente por el Inpec. Esa situación la aprovechó para escapar. En junio de 2016, el capitán Mauricio Andrés Erazo Rosero, director de la cárcel de Itagüí, informó al juzgado de ejecución de penas que en visitas de control realizadas el 14 y 20 de junio de ese año no encontraron en su domicilio al canadiense pedófilo.
  4. Mientras estaba prófugo, el pedófilo publicó en sus redes sociales fotos en las que se le veía de rumba, al parecer, en Cartagena. En unas estaba acompañado de 2 jóvenes a bordo de un yate. Los investigadores que le seguían la pista para recapturarlo pudieron establecer que salió del país rumbo a Venezuela, donde consiguió documentos de identidad falsos. Luego se escondió en Brasil, pero allí finalmente cayó siendo buscado por Interpol a petición de las autoridades colombianas.
  5. En la investigación, que permitió la sentencia de Brent Ron William Harracksing, solo se obtuvieron 2 denuncias en su contra por demanda de explotación sexual comercial con menores de edad. Sin embargo, los peritos judiciales lograron identificar y entrevistar a otras 4 adolescentes que también visitaron la casa finca La Piscina, en Las Palmas. Se sospecha que a ellas también les habría pagado por actos sexuales. No se pudo determinar que las 2 víctimas identificadas hayan sido accedidas carnalmente por el canadiense. Sin embargo, durante el juicio La Fiscalía aseguró que a una de ellas, que era virgen, le ofreció $ 600.000 por sexo con penetración.
  6. Luego de que Brent fue capturado, la madre de una de las menores victimizadas recibió llamadas intimidantes. En el expediente quedó consignado que en una ocasión una voz masculina le dijo: “Ya sabemos que esa perra no fue al colegio y se la vamos a matar”. En otros contactos hicieron sonar música fúnebre al otro lado del teléfono. Eso llenó de temor a la familia, que decidió dejar el apartamento “que estaban pagando” e irse a vivir a otro lugar.
  7. Aunque se sospecha que Brent no solo abusaba sexualmente de menores, sino que las fotografiaba y las filmaba para beneficiarse económicamente del contenido sexual a través de internet, cuando allanaron la casa finca no le encontraron evidencias como cámaras o videos.
  8. Laura P., la presunta proxeneta, no fue procesada por este caso.