EN VIDEO: ¡Qué tesa! Esta joven es conductora de una chiva

¿Qué los hombres son los únicos que pueden manejar vehículos pesados? ¡Pues no! Para la muestra, un botón: en el Occidente de Antioquia hay una […]

Michell Andea Pino Velásquez comenzó a conducir bus escalera desde los 11 años. /IMAGEN: TOMA DE VIDEO - TELEREGIÓN.

¿Qué los hombres son los únicos que pueden manejar vehículos pesados? ¡Pues no! Para la muestra, un botón: en el Occidente de Antioquia hay una una mujer que trabaja como conductora de un bus escalera, vehículo conocido popularmente como chiva.

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Michell Andrea Pino Velásquez, de tan solo 18 años de edad, contó en una entrevista con el canal Teleregión cómo le surgió su pasión por conducir y el cariño que tiene por este tipo de vehículos de transporte de pasajeros, tradicionales en la mayoría de pueblos de Antioquia y del país.

Comenzó a manejar a los 7 años, edad en la cual la mayoría de niños juegan con muñecas, balones y carritos. Su padre le enseñó en un automóvil y 3 años más tarde cogió el bus escalera y le gustó.

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Con los años se fue tomando confianza y pese al susto de su madre, cuando cumplió los 17 años comenzó a transportar pasajeros de las veredas Pedregal, La Tolda y La Sabana al casco urbano de Santa Fe de Antioquia, desde las 4:30 de la mañana.

El gusto

Explicó que el amor por este tipo de carros comenzó desde muy pequeña, en el taller de mecánica de su abuelo. Frecuentemente le ayudaba y con el pasar de los años, su padre decidió enseñarle a conducir.

“Esto para mí prácticamente ha sido como una herencia porque por parte de mi familia, todos están involucrados con los carros, por lo que imagino que eso viene por los genes”.

Michell Andea Pino Velásquez, conductora.

Admiración total

Michell Andrea aseguró que sus parientes la apoyan, mientras que los demás conductores la felicitan por conducir de manera muy paciente y cuidadosa. En cuanto a los pasajeros, contó que han sido muy buenos con ella y la han admirado porque es una “berraca”.

Pero como en cada trabajo, a Michell no le han faltado los problemas. Narró que en una ocasión, cuando se dirigía de Santa Fe de Antioquia a Medellín, el tránsito la paró porque otros conductores de mototaxi estaban comentando que no tenía pase, cosa que no era verdad.

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En otra episodio tuvo un incidente con un hombre porque dañó el retrovisor de una moto que, según ella, estaba mal parqueada. Contó que el motociclista se enojó y trató mal hasta a los ayudantes.