En 10 minutos se agotaron los vuelos “a ninguna parte”, en Australia

El encierro de tantos meses hace que miles de personas en el mundo quieran viajar, no importa a donde, pero viajar. Pues pensando en eso, […]

/FOTO: QANTAS.COM

El encierro de tantos meses hace que miles de personas en el mundo quieran viajar, no importa a donde, pero viajar.

Pues pensando en eso, la aerolínea Qantas puso a la venta tiquetes para un “vuelo a ninguna parte”, y en solo 10 minutos vendió el pasado jueves, 17 de septiembre, todas las plazas.

¿En qué consiste? El 10 de octubre, durante 7 horas, los pasajeros sobrevolarán algunos de los principales atractivos turísticos de Australia, como respuesta a las restricciones impuestas en las rutas domésticas e internacionales.

El vuelo parte y retorna a Sídney para sobrevolar el monolito rojo Uluru, las Islas Whitsundays y la Gran Barrera de Arrecifes. Es un avión Boeing 787 Dreamliner, que se usa normalmente en las rutas internacionales y permite hacer un viaje sin necesidad de que el pasajero tenga que realizar la cuarentena de 14 días que se impone a las personas que residen en los llamados “focos de Covid” cuando viajan a otro estado.

Qantas ha sido nombrada la aerolínea más segura desde el 2014 hasta 2019 en la clasificación mundial que elabora AirlineRatings.com entre 450 aerolíneas del mundo. /FOTO: QANTAS.COM.

Los tiquetes agotados se vendían entre 572 dólares (1,6 millones de pesos) y 2754 dólares (7,5 millones de pesos). Los pasajeros, además, disfrutarán del menú del famoso chef australiano Neil Perry.

Qantas también decidió retomar a partir de noviembre los trayectos de 12 horas que antes ofrecía para sobrevolar la Antártida a bordo de aviones Boeing 787, como medida para paliar los efectos económicos de la Covid-19.

Sin embargo, esta idea no es tan original, pues en agosto la aerolínea StarLux de Taiwán también vendió vuelos “a ningún lado”, los 188 tiquetes se agotaron a un valor de 160 dólares cada uno, y duró 3 horas. Despegó desde el aeropuerto internacional Taoyuan, sobrevoló el país a menor altura que lo habitual y volvió al punto de partida. Igual que ahora en Australia, el vuelo prometía las mejores vistas y una comida a bordo preparada por un chef estrella.