En la mañana de este viernes, 8 de mayo, no había sido identificado en Medicina Legal el hombre hallado muerto en el barrio Cabañas, de Bello, en la noche anterior.
La inspección al cadáver se realizó luego de que habitantes del sector alertaran a la Policía sobre un hecho sospechoso: en una manga de la carrera 58BB con calle 31 tiraron un colchón enrollado y le prendieron fuego.
Los agentes llegaron al sitio y, tras ayudar a controlar las llamas, establecieron que adentro del colchón estaba el cuerpo de un hombre. La víctima al parecer fue trasladada hasta allí en un taxi.
Modus operandi
Este es el sexto cadáver hallado en Bello en condiciones similares, desde que el 27 de abril encontraran los cuerpos de 2 hombres envueltos en sábanas en los barrios El Trapiche y Niquía.
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Hace 2 días había ocurrido el último caso, cuando en Niquía abandonaron el cuerpo de una adolescente de 16 años envuelto en bolsas, papel chicle y una sábana.
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El comandante de la Policía Metropolitana, general Eliécer Camacho, ha indicado que las bandas delincuenciales que operan en ese municipio del norte del Valle de Aburrá, como Pachelly, el Mesa y Niquía-Camacol, han optado por este modus operandi para dificultar las investigaciones de las autoridades. “Al parecer a las víctimas las están citando en casas y allí las asesinan. Luego abandonan los cuerpos”, precisó el oficial.
El psicólogo forense y criminalista Germán Antía explicó que “los criminales antes de asesinar sacan información por medio de la tortura y después, para borrar evidencias, matan generalmente mediante la asfixia mecánica o arma blanca, para no dejar huellas de arma de fuego”.