A la “diez ojos” ningún detalle se le escapa

El apodo se lo pusieron sus mismos compañeros, y cuanta razón tienen en llamarla de esa manera. Lo de “diez ojos” no es gratuito: a […]

Sandra es la tercera entre cinco hijos. Vive junto a sus hermanas Carolina y Rosa. /FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.

El apodo se lo pusieron sus mismos compañeros, y cuanta razón tienen en llamarla de esa manera. Lo de “diez ojos” no es gratuito: a Sandra no hay ningún detalle que se le escape, por eso en Arquitectura y Concreto es una de las mejores residentes de posventas, labor en la que se encarga de prestarles servicio a los clientes que reciben un inmueble nuevo.

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Para formar ese criterio Sandra ha transitado un largo camino en la empresa, a la que llegó en 2003. De la construcción se fue enamorando de a poco, pues sus inicios fueron en otra escena, como secretaria, aplicando lo aprendido en sus estudios de secretariado gerencial sistematizado que hizo recién llegada al área metropolitana.

Recuerda bien que el mismo día que la entrevistaron fue contratada. Un lujo que no todos se dan, y al que ella le agregó otro tesoro personal: haber coincidido con Lina Isaza, su primera jefe, quien le dio todo el apoyo para que eligiera una carrera en la que pudiera darle cuerda a su proyecto de vida.

De Jericó, con muchos sueños por cumplir

Sandra era muy joven, apenas tenía 19 años, y hacía dos que vivía en Itagüí, ciudad a la que llegó proveniente de Jericó, su pueblo, del cual se vino porque quería estudiar algo que le permitiera conseguir un buen empleo.

A Lina Isaza fue la persona que le confió su proyecto de vida, y aunque este se demoró en tomar impulso, por fin pudo tomar la ruta que quería.

Estudió tecnología en construcciones civiles, inspirada en tantas historias que su jefe le contaba de otros colaboradores que, con esfuerzo y dedicación, habían ido escalando posiciones.

Se dijo: “yo también puedo”. Y pudo. Una segunda jefe, Carolina Flórez, confió en ella y la postuló para una vacante como residente, aún cuando Sandra seguía estudiando. La aceptaron y desde ahí partió su sueño de estar metida en las obras.

“Hágale, que yo soy capaz”

“¿Se le mide?”, le preguntaron. Sin dudarlo respondió: “hágale que yo soy capaz”. Sandra estaba decidida a lograr sus metas.

Con el beneplácito de Blanca Saldarriaga, una gerente técnica de la empresa, ella se convirtió en la practicante “que más ha durado en Arquitectura y Concreto”, ya que para pudiera desenvolverse como residente mientras obtenía el título de tecnóloga, crearon el puesto de aprendiz. Duró tres años como practicante. La esperaron, y el cargo fue suyo.

Sus ganas de seguir aprendiendo no terminaron ahí. De la mano de otro guía, Germán Martínez, fue adquiriendo destrezas y habilidades que llamaron la atención de sus superiores.

“Me gusta compartir mi historia, que la gente sepa que es verdad que los sueños se hacen realidad y las metas son posibles”, Sandra Lucía Vanegas. / FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.

Los clientes ganaron

La empresa recompensó sus logros promocionándola al cargo de residente de posventas, un voto de confianza que le trajo muchas satisfacciones, pues a las labores constructivas les añadió el contacto con los clientes.

Allí le toca atender reclamaciones de garantías, quejas, fugas, daños, fisuras… Ese conocimiento la llevó a recorrer varias obras que la empresa tenía en el área metropolitana, generando una buena experiencia a los compradores con su asistencia técnica cuando requerían solucionar algún detalle en su inmueble nuevo.

La oficina, su nuevo hábitat

Sandra sumó un logro personal a su formación al graduarse como ingeniera civil, lo cual cambió en cierta forma su rol en la empresa, ya que le implica tener labores administrativas, por tanto tuvo que adaptarse a combinar medio tiempo en los proyectos, y el otro medio en la oficina.

Todas las experiencias vividas han sido para ellas un aprendizaje constante que la han llevado a destacarse en todo lo que hace. Es por eso que, para sus compañeros, Sandra es una “tesa” a la que ningún detalle se le escapa.

Por Sebastián Aguirre para Q’HUBO Medellín.