Jonas, el limpiador de pescados que se convirtió en campeón del Tour de Francia

Esta es la historia de Jonas Vingegaard, el danés que este sábado aseguró el título del Tour de Francia; Pogacar no fue capaz de desbancarlo

Jonas Vingegaard, campeón del Tour 2022.
Jonas junto a su esposa e hijo

Cuando los nazis invadieron Dinamarca, en 1940, la única resistencia surgió desde las fangosas tierras de Jutlandia. Allí un ejército repleto de pescadores y madereros poco pudieron hacer ante el avance implacable de los panzers. Luteranos, los rebeldes pescadores de mejillas coloradas, enfrentaron a los nazis paganos con tintes de falsa cristiandad, y fueron masacrados. En esas batallas luchó el abuelo de Jonas Vingegaard.

El señor fue un héroe familiar que poco se menciona en las conversaciones de las cenas o las salidas al campo. Y es que su historia le arranca lágrimas a Claus, el padre del Jonas, un constructor de granjas de salmón en Dinamarca y en Noruega. En esos países Jonas aprendió a trabajar duro, con paciencia y con meticulosidad.

“Básicamente se convirtió en una pequeña máquina; escaneaba todas las cajas, hacías muchas sentadillas de abajo hacia arriba. No era el trabajo ideal para un ciclista porque tenía que estar de pie durante horas, en una habitación bastante fría. Pero creo que fue bueno para él ganarse la vida así, pues se hizo fuerte”, cuenta Claus.

Claus y su esposa Karina son los culpables de que Jonas haya escogido el ciclismo como su proyecto de vida, y los culpables, también, de que se haya convertido en un potente deportista, capaz, como acaba de demostrarlo, de ganar el Tour de Francia.

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La historia de Jonas, el campeón del Tour de Francia

Nació en Haderslev, un pequeño pueblo pesquero de Jutlandia, el 10 de diciembre de 1996, año en que Bjarne Riis ganó el primer Tour de la historia para Dinamarca, y su nombre era prácticamente anónimo hasta 2021 cuando, subiendo a Col du Portet, se apoderó del segundo lugar de la clasificación de la Grande Bouclé, escoltando a Tadej Pogacar, a quien acaba de vencer en Rocamadour.

Jonas Vingegaard, del Jumbo Visma, durante la penúltima etapa del Tour de Francia. /FOTO: EFE.

Ese año, Vingegaard fue tercero de la contrarreloj de Laval, dando a entender que era un todoterreno, condición que, al parecer, todos los apostadores olvidaron en los días previos a Rocamadour.

El niño mimado de Haderslev, y quien limpiaba pescados para su padre hasta hace 8 años, quería ser futbolista cuando era pequeño. Estaba hipnotizado por las historias de Soren Lerby y los hermanos Laudrup, pero desde los 15 años de edad no había fuerza que lo hiciera retirarse del televisor, sobre todo cuando pasaban el Tour de Francia.

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Le habían contado sobre Riis, sobe el Pollo Rasmussen, y sus padres decidieron comprarle una bicicleta para que se extasiara imaginándose en los Alpes o los Pirineos.

La bici también era para ir al colegio, pero el pequeño, durante un tiempo, no quería hacerlo, así que sus padres le dieron un ultimátum: “O vas en bici o no vas y punto, y te quedas ayudando con los peces”.

Pero si Col du Portet, en 2021, fue épica para él y para todos en su país, la de Luz Ardiden fue de leyenda. En la carretera, por primera vez, estaba su esposa y su hija, y también su suegra, paradas junto a cientos de bulliciosos aficionados, vitoreándolo como porristas colegialas.

Rosa Kildahl, la suegra, decía mientras se limpiaba el rostro por el sudor: “Este es mi debut en el Tour de Francia: basura llena de mercadería, y me toca ser porrista”.

Nairo Quintana, del Arkea Samsic, durante la penúltima etapa de la edición 2022 del Tour de Francia. /FOTO: EFE.

Publicó el mensaje en Instagram y se hizo viral, pues ella es una gran celebridad en Dinamarca, gracias a sus apariciones en shows y realitys. Luego aclaró: “Me siento divertida, y agradecida por ver los logros de mi Jonas, junto a mi hija y mi nieta”.

La inspiración del ganador

Jonas está casado hace unos cinco años con Trine Marie Hansen, y tiene una pequeña hija llamada Frida, de 2 años de edad. Ellas son sus “muñecas”, y las llama todos los días.

En Luz Ardiden, en 2021, no estuvieron sus padres, pero sí lo vieron batallar con Pogacar por televisión. Este año, en cambio, sí lo acompañaron en Col du Granon, en Alpe d’Huez, en Peyragudes, en Hautacam y, por supuesto, en Rocamadour.

Y es que las cimas alpinas le traen viejos y bonitos recuerdos a la familia, pues fue allí donde Jonas, finalmente, se enamoró del ciclismo. En 2009, cuando Jonas tenía 12 años de edad, programaron una visita a Francia para recorrer los caminos de los ciclistas en el Tour. Jonas vivía entusiasmado con Alberto Contador y los hermanos Schleck.

El niño montaba, pero no paraba de hablar, por lo que no era capaz de respirar correctamente en las subidas. Su padre, Claus, le enseñó a guardar silencio, a concentrarse y a economizar el aire de sus pulmones.

“Hijo, piensa en algo grande, en tus sueños más altos, o pon música. Concéntrate en el camino y ten presente la meta”, le dijo.

En 2013, junto a su hermana Michelle, subió el Alpe d’Huez y, era tal su velocidad, que sorprendió a los aficionados que aparcan en la carretera.

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“Empezamos a ir cada verano y cada subida era mejor que la anterior, y entonces la gente aplaudía a rabiar, como si fuera un ciclista profesional”, cuenta Jonas, quien siempre ha sido tímido y reservado, como sus padres.

En 2015, volvió a subir a Alpe d’Huez. En esa ocasión, en una carrera de aficionados previa a una etapa del Tour de Francia que ganó Thibaut Pinot.

Adiós a los pescados

Subió los casi 12 kilómetros, desde Oisans, en 4o minutos y 52 segundos, una barbaridad. Desde ahí en adelante todo fue ciclismo para él. Dejó atrás su vida en las pescaderías y de dedicó a mejorar como escalador. Se unió al equipo continental ColoQuick y venció un prólogo del Giro del Valle de Aosta, tradicional competencia italiana.

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Vingegaard nunca ha tenido miedo de trabajar dentro o fuera de la bicicleta. Laboró en una fábrica de pescado para complementar sus ingresos durante sus primeros años compitiendo en Dinamarca como ciclista continental con ColoQuick. Tenía 22 años y fue fichado por el Jumbo Visma, equipo que lo veía como un posible gran gregario a futuro.

Pero en 2021, antes del Tour, el muchacho se coronó campeón de la Semana Coppi-Bartali y fue segundo en la Vuelta al País Vasco, y puso a sonar las alarmas en el Jumbo.

Los entrenadores decidieron llevarlo como “gallo tapado” a Francia, detrás de Primoz Roglic, y la apuesta no les salió mal. El esloveno tuvo que retirarse luego de una fuerte caída, y Jonas tomó las banderas del equipo y no decepcionó.

Este año también llegó a la Grande Bouclé como segundo capitán, o como “capitán gris”, del equipo, y los resultados son irrefutables. Destronó al “todopoderoso” Tadej Pogacar y se encumbró a la fama en Dinamarca y el mundo entero.

Ahora, su historia “de pescador a campeón del Tour” será el guión de una novela y posiblemente, de una película, y su suegra, la famosa Rosa Kildahl, no puede estar más orgullosa.

Jonas, a llegar victorioso a París

Tras su segundo lugar en la contrarreloj de Rocamadour, detrás de su compañero Wout Van Aert, a Jonas Vingegaard, de apenas 25 años de edad, sólo le queda dar el paseo de la victoria, este domingo en París, brindando con champaña junto a sus compañeros. Toda su familia estará en Campos Elíseos, esperando por verlo subir al podio.

Entre tanto, al joven “pescador” ya lo han saludado las grandes estrellas de la farándula danesa, incluyendo a la presentadora de televisión Sofie Linde, quien compartió un exitoso artículo de Ekstra Bladet y un conjunto de emojis de aplausos.

Por su parte, la actriz Pilou Asbæk también animó en su perfil de Instagram con un ‘¡Jaaaaaaa! ¡Hurra, Jonas Vingegaard! Felicidades’. A la lista también se unieron la estrella actual del pop, Hjalmer Larsen, y el actor Dar Salim, además del autor de grandes éxitos musicales, Andreas Odbjerg.

Toda Dinamarca está celebrando a su héroe de película, un joven con cara de niño y corazón de guerrero vikingo.