No trague entero con la tal llamada millonaria

Las estrategias para quedarse con su dinero no tienen límites, no caíga en la llamadita millonaria.

Llamada millonaria Dr. Bolsillo
/ FOTO: BANCOLOMBIA.

¡Felicitaciones! Es el ganador de un bono por $500.000. Ingrese al siguiente enlace para acceder a su premio”. Con seguridad alguna vez ha recibido un correo o un mensaje de WhatsApp que le ha hecho pensar que es su día de suerte.

Puede que el supuesto ‘regalo’ sea de la tienda de don Pepito, donde usted ni siquiera compra, pero es que no todos los días nos ganamos medio millón de pesos, entonces vale ilusionarse.

Pues este es solo un ejemplo de las muchas estrategias de los delincuentes para acceder a nuestros datos y, por ahí derecho, robarnos la platica que puedan. Se trata de diferentes técnicas en las que el fin sigue siendo el mismo: la estafa; tumbar a los más confiados.

La llamadita aquella

Una de las más usadas es la denominada llamada millonaria (vishing).

Píntese la situación: lo llama un supuesto familiar en apuros y lo pone a correr para auxiliarlo. “Tía, soy Juan”. Como casi todos tenemos un familiar que se llama Juan entonces posiblemente usted le diga: “¿Juan Camilo?”. Ahí ya le dio un dato al delincuente, que sabe algo más de usted.

A partir de ese momento comienzan los cuentos de un accidente, una retención o algo en lo que, por supuesto, le piden plata con mucha urgencia para solucionar el problema.

Desafortunadamente, familia es familia, entonces toca ponerse pilas y sacar de donde sea para ayudarle.

En este caso usted lo puede hacer solo por temor. Sin embargo, hay estrategias en las que logran sacarle los datos más importantes, con los que después le pueden quitar hasta el último peso de su cuenta o dejarle una deuda infinita en su tarjeta de crédito.

Otras veces se presentan como su compañía telefónica que, por su buen uso de la línea, le dará un ‘superdescuento’. Para obtenerlo tiene que dar un montón de información: nombre, documento de identidad, dirección y demás.

Ahora, si se supone que los llaman de su banco, la cosa puede ser más complicada intentarán sacarle desde su número de cuenta hasta su clave personal.

Cuidado con los diferentes modos de estafa: Que no le amarguen las fiestas

A cualquiera le puede pasar

A lo mejor usted piense que no es tan ingenuo como para caer en semejante ‘tumbis’. Así, sin embargo, pensaban miles de víctimas en Colombia, donde este delito es recurrente.

Según los datos de la Policía Nacional, en 2019 se presentaron 41.343 denuncias por estafa (entre llamadas, correos o mensajes de texto). L

La cifra se incrementó en un 44 % para 2020, en medio de la pandemia, con 59.654 casos. El año pasado fueron 71.727, lo que equivale a un aumento del 20 % más.

Como quien dice, los estafadores no paran, no tienen límites, por lo que la prevención debe ser cada vez mayor.

Póngase las pilas, esté atento y no le dé el papayazo a los delincuentes de quedarse con su plata, esa que tan dura está de conseguir.

Los más comunes

  • Fishing: Consiste en la creación de páginas falsas y el envío de correos supuestamente provenientes de empresas conocidas para recoger su información y contraseñas. Suelen presentarse como supuestas compañías de celular, bancos o instalaciones del Estado.
  • Vishing: Es el clásico engaño a través de llamadas telefónicas. En este caso no solo se trata de números elegidos al azar, pues muchas veces han hecho un seguimiento a la víctima y aprovechan su ausencia en la casa para llamar a un menor de edad o a la empleada y hacer, con cualquier excusa, que entreguen pertenencias de valor.
  • Smishing: Con el mismo fin, se trata de mensajes de texto. Que se ganó un carro o una moto, pero que debe hacer una transferencia por gastos de envío es uno de los clásicos. No coma cuento, un premio es un premio y no pague nada para obtenerlo porque queda sin carro y sin plata. Otro es la notificación falsa de que alguien hizo una compra con sus tarjetas o que el banco le bloqueó su cuenta.
Desconfíe
    • Verifique las páginas. No pinche en el link que le envían y, más bien, escriba usted mismo
la dirección en una ventana nueva.
    • Si ve errores de ortografía o redacción, seguro que no es confiable.
    • Ante una llamada de esas ‘sospechosas’, respire, cálmese y piense con cabeza fría antes de
meter la pata.
    • Eso de que debe hacer una recarga a un número celular o que debe transferir
inmediatamente para obtener lo que ‘dizque’ se ganó ya es motivo suficiente para colgar.
       Ya caí, ¿ahora qué hago?
    • Cuando pasen estas cosas intente guardar toda la información: documentación enviada,
correos y, ojalá, capturas de pantalla.
    • Contacte con su banco e informe lo sucedido.
    • Cambie inmediatamente sus claves y contraseñas.
    • Haga la denuncia respectiva ante la Policía.

¡Ojo pues, que de eso tan bueno no dan tanto! La mejor forma de protegernos es aprendiendo a identificar y prevenir las estafas más comunes en esta temporada.

Lucas Villegas / doctorbolsillo@qhubo.com