En horas de la madrugada de este domingo, 11 de septiembre, el docente Álvaro Díaz Pineda, su esposa y sus 2 hijos fueron torturados y degollados con armas blancas. Luego los homicidas le prendieron fuego a los 4 muertos, al parecer, para borrar la evidencia. Todo ocurrió al interior de la finca en la que residía la familia en la vereda Buenos Aires, municipio de Landázuri, en Santander.
La empleada doméstica pudo escapar y dar aviso la comunidad del sector de Miralindo. Cuando acudieron a la finca, los habitantes se horrorizaron con la escena de los cadáveres calcinados.
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“Nathalia Calle quien ayudaba en labores domesticas para la familia Diaz Acuña, se salvó de morir tras el ataque de los extranjeros. La mujer Salió herida, corrió y dio aviso de lo ocurrido a las personas que viven cerca a la finca del docente asesinado”, explicó Jhon Ruiz, secretario del Interior de Santander.
La venganza dejó más muertos
Mientras Policía y Ejército Nacional se desplazaban al apartado lugar, distante a 4 horas del casco urbano, los landazureños decidieron buscar por sus propios medios a los responsables y no dejarlos escapar.
Se organizaron en grupos y se desplegaron por los distintos caminos veredales. A 2 kilómetros de Miralindo, por la vía que conduce al corregimiento de Plan de Armas, lograron retener a 2 de los presuntos asesinos y los golpearon hasta causarles la muerte.
Horas más tarde, en la vereda Las Delicias, fueron hallados asesinados con tiros de gracia otro hombre y una mujer, quienes también serían los involucrados en la masacre. En otro sitio fue encontrado otro cuerpo. Todas las víctimas son de nacionalidad venezolana.
¿Fue por la deuda de una motocicleta, un robo o un hecho de intolerancia?
Lo que se dice de los 5 presuntos autores del crimen, es que serían trabajadores de la finca del docente Pineda. Según indicó en rueda de prensa John Jaime Ruiz, secretario del Interior de Santander, “el docente estaba departiendo con un grupo de conocidos en su finca. En la reunión se habría desatado una discusión y posteriormente una riña que terminó en tragedia”.
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La otra versión que se investiga apunta a que los sujetos habrían llegado a la finca con la intención de cometer el robo de un dinero que habría obtenido recientemente el docente producto de un negocio. Al negarse a entregarles el dinero, los delincuentes cometieron el brutal ataque contra él y sus seres queridos, dejándolos muertos.
El tercer indicio estaría relacionado con el supuesto cobro por la deuda de una motocicleta por parte de los ciudadanos extranjeros. Al rehusarse a pagar, habrían decidido arremeter contra la familia.
Q’HUBO Bucaramanga.